¿Qué es la Telangiectasia Hemorrágica Hereditaria?
La Telangiectasia Hemorrágica Hereditaria (HHT), también conocida como síndrome de Rendu-Osler-Weber, es una enfermedad genética de herencia autosómica dominante, es decir, basta con heredar una copia alterada del gen para poder manifestarse. Está caracterizada por la formación de anomalías vasculares en diferentes órganos y tejidos. Estas malformaciones pueden ser de pequeño tamaño (telangiectasias) o más complejas (malformaciones arteriovenosas, MAV), y son responsables de las manifestaciones clínicas y complicaciones asociadas a esta enfermedad.
Su prevalencia se estima entre 1:5.000 y 1:8.000 individuos, aunque probablemente esté infradiagnosticada debido a la amplia variabilidad clínica y a la falta de reconocimiento en etapas iniciales. Se considera una enfermedad rara o minoritaria y, aunque puede afectar a ambos sexos por igual, la expresión clínica es muy variable incluso entre miembros de una misma familia.
Manifestaciones clínicas
El síntoma más frecuente es la epistaxis recurrente (sangrado nasal), presente en hasta el 95 % de los pacientes, que suele ser la primera manifestación en aparecer. También pueden presentarse telangiectasias en piel y mucosas (labios, lengua, cara, manos) y malformaciones arteriovenosas viscerales, que pueden localizarse en pulmones, hígado, cerebro o tracto gastrointestinal. Estas lesiones pueden ocasionar hemorragias graves o complicaciones sistémicas que afectan de forma significativa al curso y pronóstico de la enfermedad.
Base genética
La HHT se debe principalmente a mutaciones en dos genes:
- ENG (Endoglina): asociado con HHT tipo 1. Se han descrito más de 350 mutaciones diferentes.
- ACVRL1 (ALK1, Activina Receptor tipo quinasa 1): asociado con HHT tipo 2, con más de 250 mutaciones diferentes.
En ambos casos, la pérdida parcial de función de la proteína conduce a una haploinsuficiencia endotelial, es decir, las células no disponen de suficiente cantidad de proteína funcional para mantener su actividad normal. Esto impide la correcta formación y reparación de los vasos sanguíneos, favoreciendo el desarrollo de las malformaciones arteriovenosas características.
También se han descrito formas menos frecuentes de HHT, relacionadas con mutaciones en MADH4/SMAD4 (asociadas al síndrome combinado de HHT y poliposis juvenil), además de otras formas minoritarias debidas a mutaciones en otros genes implicados en la señalización TGF-β.
Diagnóstico
El diagnóstico clínico se basa en los criterios de Curaçao (1999), que incluyen:
- Epistaxis espontánea y recurrente.
- Telangiectasias mucocutáneas características.
- Malformaciones arteriovenosas viscerales.
- Antecedentes familiares de HHT.
El diagnóstico se considera definitivo cuando se cumplen tres o más criterios. Sin embargo, dada la variabilidad fenotípica de la enfermedad, no siempre se alcanzan todos los criterios clínicos, especialmente en fases iniciales, o en pacientes jóvenes.
En estos casos, el análisis genético molecular constituye una herramienta esencial para:
- Confirmar el diagnóstico clínico.
- Permitir el diagnóstico precoz en individuos asintomáticos con antecedentes familiares.
- Facilitar la prevención y el seguimiento personalizado, evitando complicaciones graves derivadas de las posibles malformaciones viscerales que puedan existir y que no han sido detectadas por permanecer asintomáticas.
Importancia del diagnóstico genético
El estudio genético permite identificar la alteración causal en cada familia, confirmar la transmisión hereditaria y guiar el consejo genético. Además, posibilita la detección temprana en familiares en riesgo y una vigilancia específica que mejora la calidad y la esperanza de vida de los pacientes.